Cuando estalló la guerra civil española Urruchúa estaba pasando por un mal momento
económico y disponía de muy poco tiempo para dedicarse al arte.
-En la pista se ven los pingos - nos contaba - en los peores momentos comencé a co-
nocer a fondo a mi esposa. Ella emprendió una empecinada lucha por nuestra hija re-
cién nacida. Sin emitir un sólo reproche me ayudaba con la pintura decorativa que en
ese entonces era mi trabajo. Me vi obligado a decorar platos,biombos chinos, jarrones
y todo cuanto significaba adornos de estilo provenzal. Ella los pulía y patinaba, pero
aún así no ganabamos para comer. Nos vimos obligados a trasladarnos varias veces
hasta que ella encontró este taller y aquí nos quedamos. Por ese entonces se vivía un
desbande en las corrientes pictóricas,muy natural en esos días ya que cuando la exal-
tación política azota a un pueblo, nada escapa a su influencia. -
Una mañana los Urruchúa recibienron en el taller a dos matrimonios,se presentaron co-
mo visitantes uruguayos que querían conocerlo.Traían con ellos el pedido de que realiza-
ra en su país un trabajo al fresco. Luego de una charla que duró tres días las mujeres
expusieron con lujo de detalle lo que pretendían que hiciera. Para Urruchúa, estaban
queriendo realizar un cuadro grande y no un mural, por lo que les dijo:
-Todo puede ser excluido en un cuadro de caballete, menos la pintura, pero un mural es
diferente, no puede faltar el tema, se parte de él hacia la realización plástica. -
Lo cierto que era la primera vez que se enfrentaba a resolver problemas de alta composi-
ción geométrica en un muro de más de cien metros,que si bien tenía un boceto aprobado
desconfiaba de sí mismo y de la realidad visual que debía conquistar.
Después de muchas cavilaciones se le ocurrió dividir el muro en cinco paneles para obli-
gar al espectador a detenerse y contemplar.Estos paneles estarían separados por cariá-
tides y cada una de ella debía simbolizar el tema desarrollado en el panel.Pero no esta-
ba conforme,necesitaba un hilo conductor que comenzara en el primer panel y finalizara
en el último. Después de pensar y repensar la solución, le apareció la idea de una cinta
que fuese explicando en una leyenda preclara,un canto simbólico, que comenzaba en el
primer panel, culminaba en el último, pasando y perdiéndose entre las cinco cariátides.
Manos a la obra, trabajó más de un año y quedó conforme con su trabajo.
Una tarde cuando el mural estaba muy avanzado, llegó una comitiva que entró a la sala
como una tromba sin saludar siquiera. -"Quién autorizó ésto" - profirió un señor regordete
alzando la voz, con gestos amenazantes.El vasco asombrado le respondió- "El Ministerio
y la intendencia" -
El singular personaje dio unos pasos hacia el maestro y lo increpó:"Estas son figuras sub-
versivas. Esto lo arreglo yo mañana mismo" - Dio media vuelta y sin más se fue.
Perplejo, Urruchúa miró a su ayudante que simulaba poner cara seria pero no podía ocultar
una sonrisa de asombro.El vasco no había reaccionado.León era un buen hombre, un buen
amigo y mejor ayudante, Urruchúa sabía que podía contar con él para lo que fuese. Y si
bien no tenía muy en claro aún cual sería la venganza, pues estaba seguro que ese bicho
raro volvería, le dijo - "León, este hombre volverá mañana,y quiero recibirlo como se merece,
Le pido por favor que ni bien entre la comitiva tome un balde y desaparezca de la escena,
disimuladamente finge que va en busca de arena y cal. Porque yo voy a subier al andamio y
desde allí una vez que tenga la atención de todos les arrojaré a la cabeza todo el contenido
de este tacho de pintura amarilla.Después seguramente habrá gresca y de estar aquí se ve-
ría obligado a intervenir. Es por este motivo que le pido, salga de la sala." -
Pero el hombre no apareció.Urruchúa lo estuvo esperando casi toda la tarde con el tacho en
la mano.
Después de aquella experiencia alucinante, en la mente de Urruchúa comenzó a germinar la
idea de un taller de arte mural que se concreto recién en 1945 con Berni,Castagnino, Colmei-
ro, Spilimbergo y él. Juntos pintaron la Galería de Flores y la Galería Pacífico.
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